El Estado absoluto

Lee atentamente las características principales del Estado absoluto y atiende a las explicaciones de la profesora sobre este tema. Después realiza las actividades de la página 25.

En el Antiguo Régimen el poder político se define como absolutismo, que se caracteriza piel hecho de que todos los poderes están en manos del rey.

Un ejemplo de rey absolutista es el monarca francés Luis XIV.

El Estado moderno.

El Estado absoluto es el resultado de la evolución del llamado Estado moderno. En la Edad Media, la nobleza y la Iglesia gozaban de mucho poder y los reyes a menudo debían pactar con ambos estamentos y concederles tierras o beneficios para conseguir su apoyo. Esto provocaba que la situación de los monarcas fuera cada vez más débil y que, en algunos casos, los señores feudales llegaran a tener incluso más poder que el propio rey. Con el inicio de la Edad Moderna, se produce un cambio: la realeza comienza a introducir reformas encaminadas a restar poder a la nobleza y la Iglesia y rail.. centrado en manos de los reyes, con el fin de crear un Estado fuerte. Algunas de estas reformas consistieron en crear: 

- Una burocracia que ayudara al rey en el gobierno del Estado. 

- Un ejército con el que defender y conquistar territorios, y mantener la seguridad en el interior. A diferencia de la Edad Media, ahora el ejército estaba formado por mercenarios y dirigido por miembros de la nobleza, y no formado por la nobleza en sí. 

- Una hacienda que gestionase de forma satisfactoria el cobro de impuestos con los que poder pagar la burocracia, el ejército, los gastos de la corte, etc.  

- Una diplomacia que representase a su Estado frente a otros, dándole un reconocimiento más allá de las propias fronteras.

Las monarquías autoritarias.

 Junto al Estado moderno se establece entre los siglos XV y XVI un nuevo tipo de monarquía por casi toda Europa: la monarquía autoritaria, encarnada, por ejemplo, por los Reyes Católicos y los Austrias en la Península Ibérica. Este modelo de monarquía se caracterizaba por ejercer un poder real más fuerte que en la Edad Media, pero todavía con cortapisas, ya que aún existían privilegios e instituciones corno las Cortes, formadas por nobleza, clero y algo, nos burgueses, con los que coartar el poder del rey, por ejemplo al permitir o denegar que este estableciera un impuesto. 

Las monarquías absolutas. 

Poco a poco se fueron eliminando los obstáculos al monopolio de poder de los monarcas, y estos llegaron a alcanzar un poder absoluto en gran parte de los países europeos. Por eso en los siglos XVII y XVIII se habla de monarquías absolutas. Aunque las Cortes o Parlamentos siguieron existiendo, apenas se convocaban y quedaron como meros órganos de consulta, y no de control. Los monarcas absolutos consideraban que su poder procedía directamente de Dios y por ello ninguna institución humana podía ponerles ninguna traba. Así justificaban la concentración de los poderes ejecutivo, judicial y legislativo en sus manos.

El parlamentarismo inglés 

Aunque la monarquía absoluta francesa fue tomada como modelo e implantada en gran parte de Europa (España, Rusia, etc.), aproximadamente en la misma época, y a pesar de los intentos de la dinastía Estuardo por implantar el modelo absolutista, surgió en Inglaterra un modelo alternativo de monarquía: la monarquía parlamentaria. En la monarquía parlamentaria, el poder del rey estaba limitado por el Parlamento, formado por la nobleza y la burguesía, que tenía poder de control real (y no solo consultivo) sobre las decisiones del monarca, como el cobro de impuestos, etc. 

(Texto: ed. Bruño)