Géneros literarios

Se denomina género literario a cada una de las clases en que se dividen los textos literarios, escritos por los autores con una finalidad determinada.

Cada género tiene sus rasgos característicos:

1  Género lírico: Se usa para expresar sentimientos y para ello, emplea generalmente el verso.

2  Género narrativo: Se utiliza para presentar historias realizadas por personajes que pueden intervenir mediante el diálogo. El narrador cuenta la historia y para ello puede utilizar distintas formas de elocución, esto es, la narración, la descripción, la exposición o la argumentación.

3  Género dramático: Es aquél destinado a ser representado ante unos espectadores. Los personajes intervienen sin la mediación de ningún narrador, siguiendo las indicaciones sobre vestuario, gestos, movimientos, etc. que contienen las acotaciones del texto teatral.

El didactismo en el siglo XVIII

Durante el despotismo ilustrado del siglo XVIII los intelectuales querían instruir al país y hacer que el pueblo fuera menos ignorante, por ello los autores utilizaron nuevos géneros literarios, a través de los cuales se intentaba educar a la población analfabeta.

Los nuevos géneros son los siguientes:

-       El ensayo: es un texto breve en prosa, donde el autor expone una idea y la argumenta de forma amena, para que su contenido lo pueda entender el mayor número de personas posible. Destacan las obras de Feijoo y Jovellanos que difundían, así, las ideas ilustradas.

Feijoo

Jovellanos

-       El género epistolar: Son recopilaciones de cartas donde se exponen teas variados, desde religión y política hasta temas científicos o históricos, desde el punto de vista más personal del autor. Montesquieu fue una gran influencia en este género para Feijoo (Cartas Eruditas) y Cadalso (Cartas marruecas).

Montesquieu

Cadalso

El teatro educativo: Este género se utiliza para poner en evidencia los vicios y errores de la sociedad y hacer valer la verdad y virtud, aspectos muy importantes para los ilustrados como Leandro Fernández de Moratín que querían, así, educar a la población, dejando a un lado la fantasía de las representaciones que estaban de moda en la época.

Leandro Fernández de Moratín